CONTRUCTIVISMO

El constructivismo, que da prioridad a la dinámica del espacio escultórico sobre lo estático de la masa, fue una tendencia nueva que se desarrolló sobre todo en Rusia. Su fundador, inspirado en sus comienzos por la obra de Picasso, fue VIadímir Tatlin; alcanzó gran renombre con la maqueta en espiral de madera, hierro y vidrio para su Monumento a la III Internacional (1919‑1920, Museos Estatales Rusos, San Petersburgo). Hacía esa misma época los hermanos Naum Gabo y Antoine Pevsner también se dedicaban a la escultura constructivista en Rusia, pero el vanguardismo de su obra no gustaba al régimen comunista y por ello emigraron y extendieron sus ideas por la Europa occidental y Estados Unidos. El constructívísmo, movimiento que reivindicaba la elaboración de esculturas a partir de elementos industriales, se  introdujo en Estados Unidos a través de artistas emigrados de Rusia en la década de 1930, principalmente por el brillante talento de Naum Gabo. Se convirtió en la base de la escultura estadounidense en las décadas de 1940 y 1950. David Smith suelda láminas de metal y objetos encontrados en la calle (incluso partes de un tractor) dando lugar a composiciones que irradian una gran fuerza. Otros estilos escultóricos abstractos oscilan entre las delicadas y sin embargo, complejas construcciones en alambre de Richard Lippold hasta las alegres y gigantescas formas al aire libre de Mark Di Suvero. El nombre de   constructivismo alude a la necesidad de construir la obra de arte. El elemento revolucionario en la visión de Pevsner cosiste en considerar no más al volumen sino al espacio como sustancia de la obra escultórica. Con un sabio alternarse de líneas curvas y rectas, de movimientos sinusoidales y de bruscas interrupciones, tanto Gabo como Pevsner logran crear ritmos espaciales de vibrante tensión.

Pevsner (1886-1963)



 Gabo (1890-1977)